La pelota no se mancha
La semana pasada estuvo muy convulsionada por la gran controversia relacionada con los cánticos de los jugadores de la selección de fútbol de Argentina (en especial de Enzo Fernández) luego de ganar la Copa América 2024 y que algunos medios consideraron como racistas.
Tuvo mucho revuelo porque hasta el mismo presidente de Argentina se metió en medio, defendiendo a los jugadores, echando a un funcionario quien había solicitado que Messi y la AFA pidieran disculpas.
Personalmente, aunque no estoy a favor de estas expresiones, y reconozco que si uno escucha y analiza bien los cánticos obviamente que son ofensivas, siento que no son para tanto.
Digo que no son para tanto en esta región donde vivimos ,y donde el fútbol se vive a flor de piel, donde estos cántico forman parte del folclore popular, donde se mezclan pasión, sentimientos, recuerdos, y todo se desborda muy fácilmente. Obviamente a veces entre todo ese quilombo de cosas se dicen cosas que son un poco cuestionables pero que no reflejan necesariamente un racismo profundo.
Ojo que es importante reconocer también la diferencia entre un acto aislado de mal gusto y una actitud discriminatoria recurrente. No he visto que hayan tenido la misma actitud en otras celebraciones
Además aunque nada justifica tal conducta, convengamos que los franceses y otros países europeos no tuvieron reparos en denigrar a los jugadores y selecciones latinoamericanas, y siempre se ha visto esa actitud desde hace mucho tiempo.
Ojo, actualmente se están desarrollando los JJOO, justamente en Francia, y donde muchos de los atletas y equipos de la delegación argentina sufrieron la discriminación, abucheo y hostigamiento por parte del público local.
No se adonde llevará todo esto, capaz que se hable de este tema un tiempo más, pero luego pasará todo a segundo plano. Tampoco creo que se tomen medidas fuertes o ejemplificadores como muchos están promoviendo.
Lo que si está claro es que las diferencias culturales, las distintas idiosincracias, siempre van a hacer que surjan estos malos entendidos.
También hay que reconocer que los tiempos cambian y que se deben considerar los pensamientos, elecciones, susceptibilidades de los demás.
En otras palabras, vamos muchachos, aquí no pasó nada, y todo va a seguir como si nada.
Al final nunca viene mal un poco de circo para que se luzcan los payasos 🤡.
